En el transcurso de nuestra vida, van apareciendo distintos miedos que nos persiguen o al menos eso
creemos.
De pequeños nos daba miedo la oscuridad, o los temibles monstruos que estaban escondidos debajo
de la cama, los payasos, o como suenan los globos cuando se explotan. De
mayores también nos persiguen algunos y diferentes miedos, como perder una persona que ahora está
en nuestra vida y consideramos muy importante, miedo a decir algo y que las
cosas terminen mal, miedo a fracasar en un nuevo proyecto, incluso no podemos
quitarnos ese miedo a las alturas, a las tormentas o a esos horrorosos bichos
como las arañas.
Así como con el paso del tiempo hemos comprendido que en la
oscuridad hay lo mismo que en la claridad, pero sin luz, que los únicos monstruos
debajo de la cama serían nuestros zapatos y que el sonido de los globos es tan natural como el llanto de un bebé. Así mismo al
pasar el tiempo miraremos atrás, y nos daremos cuenta que “perder” esa persona
en nuestra vida, nos ha enseñado a valorar más los momentos de alegría con nuestros
amigos o familia, a saber que
algunas personas simplemente se van… en tanto que otras llegarán. Comprenderemos, que es mejor decir
aquello que no nos atrevemos, y no quedarnos callados imaginando siempre: “¿qué
hubiera pasado si lo hubiera dicho?”. Que
esos horrorosos bichos en realidad pueden ser inofensivos o simplemente cumplen un papel irremplazable en una cadena. Los miedos están
y estarán siempre ahí, irán surgiendo por diferentes motivos, quizás no
podremos evitarlos, lo que no podemos permitir es que nos controlen, que nos
paralicen, que nos impidan alcanzar nuestras metas, vivir nuestros sueños, mostrar
lo mejor de nosotros, así que mira a tus
miedos a la cara y desaparecelos
que la mejor forma de alejarlos de tu vida es simplemente ENFRENTANDOLOS.
Good Luck, Teens.
No hay comentarios:
Publicar un comentario